“Erase un principito curioso que quiso un día salir a pasear sin escolta. Caminando por un barrio miserable de su ciudad, descubrió a un muchacho de su estatura que era en todo exacto a él. -¡Si que es casualidad! -dijo el príncipe-. Nos parecemos como dos gotas de agua. -Es cierto -reconoció el mendigo-. Pero yo voy vestido de andrajos y tú te cubres de sedas y terciopelo”.

“El príncipe y el mendigo”, de Mark Twain, parece sacado de nuestra realidad si ponemos protagonizando al Príncipe al Ministro de Planificación Felipe Kast. La diferencia es que esta vez el mendigo se trasladó a un barrio exclusivo.
Visto así, lo suscitado hoy en la reunión de ENADE por el “mendigo” es un hecho que se presta para hacer la continuación de este clásico y también para calibrar la última idea para proyectar la imagen país, la moda del “Chilean Way”
El mendigo señala: “Sería feliz si pudiera vestir durante un instante con la ropa que llevas tú”. Todos sabemos que es un lindo cuento, pero se hizo realidad.
Hoy quedó plasmado en las retinas el desconocimiento de las políticas sociales que tanto han costado implementar a partir de 1990, esas que alivian las aflicciones de un sector importante de chilenos que viven en la desigualdad social, económica y cultural, esa situación de extrema pobreza entendida como “un problema multidimensional, no relacionada solamente con la falta de ingresos monetarios, sino con un escaso capital humano y social, con una alta vulnerabilidad ante sucesos que afectan a las familias –enfermedades, accidentes, cesantía, entre otros-“.
El MIDEPLAN encargado de terminar con la indigencia y de velar por el apoyo psicosocial, bonos de protección para las familias participantes, subsidios monetarios garantizados y acceso preferente a programas de promoción social, prestaciones laborales y previsión.
El ministro Kast nuestro príncipe en este caso, quiso conocer la sensibilidad de nuestros empresarios llevando a un actor disfrazado de indigente al Encuentro Nacional de la Empresa (Enade) con los hombres más ricos del país y demostrando de paso qué es lo que él entiende que es el sector más vulnerable de nuestros compatriotas.
Esos chilenos en situación vulnerable que hoy esta agolpados en las afueras del SERVIU Metropolitano, para demostrar a través de una ficha que merecen una vivienda digna.
La impotencia es grande. “Viva Chile Mierda” -el lema de Enade 2010- para quienes han pernoctado en pos de su única posibilidad de tener una vivienda, para quienes ganan sueldos bajo el mínimo, o peor aún para los que no tienen ni siquiera eso, y frente a ellos se jugó con la imagen de un mendigo para decirle a los ricos “¡esta es la extrema pobreza de nuestro país, obsérvela, tóquela, así son los pobres de su país señores empresarios, apiádense de ellos!”
¿En qué estuvo pensando el secretario de estado?, ese que observamos en una entrevista en este mismo medio y que algunos aplauden por su sencillez, que hoy nos ha demostrado que la imagen es nada y las acciones son las que importan.
Esa extrema pobreza, que para comprenderla y para socializarla ante el empresariado ha terminando siendo el chascarro y vejamen más grande que hemos visto en estos ocho meses de la “Chilean Way”. En esta ridiculización de quienes son objeto de las políticas sociales han sido denostadas personas, precisamente por parte de quienes deben velar por su respeto. Quizás es un cuento y yo lo soñé.
Columna publicada en El Post 23/11/2010