Hoy se discutirá el Proyecto de Ley de Televisión Digital –TVD- que el Gobierno ha acelerado en la tramitación parlamentaria poniéndole suma urgencia, este contempla en definitiva la modificación del Consejo Nacional de Televisión (CNTV). Tanto se ha solicitado, pero aún faltan las indicaciones de la ciudadanía, quienes finalmente recibirán la TVD. Como dijo “el Puma”: “a veces hay que escuchar al pueblo”. En definitiva hay que quitar la “suma urgencia” y abrirse a la posibilidad que en la Cámara de Diputados puedan presentar estas indicaciones.
Parte de la discusión ciudadana es la oportunidad que se da hoy para centrarnos en el proyectar, estudiar, modificar, entender la televisión que queremos actualmente y al futuro, pero surgen reiteradas preguntas no estipuladas a la ley: ¿A quiénes les llegará las concesiones, cuántas se entregarán y a quién? ¿Qué pasará con los discapacitados? Se ve una falencia además, en la claridad de la gratuidad de la señal. Chile es uno de los países en donde sus concesionarios no pagarán, ¿qué darán ellos a cambio? De igual modo y en un tema no menor son los canales comunitarios, ¿qué pasará con ellos? ¿Cómo se legislará para la realización de contenidos?
Es importante señalar que, la población en su mayoría aún no sabe y no tiene claridad acerca de los beneficios y costos de la TVD, al proyecto de ley no se agregaron las propuestas de la mesa ciudadana cuyo trabajo data de más de 2 años, entre otras.
Este es un resumen de lo que se debatió en torno al tema, el fin de semana pasado en el Primer Congreso de Trabajadores de las Comunicaciones y las Artes Audiovisuales, logrando un importante acuerdo para que se solicite la no Tramitación inmediata, apurada del proyecto de ley de la TVD en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, hasta que se incorpore indicaciones en temas esenciales no discutidos con todos los actores sociales, para lograr una televisión más justa, diversa e inclusiva.
Son varios los aspectos que se deben considerar antes de votar, por ejemplo dentro de la modificación de la ley al CNTV hay que definir con claridad los conceptos de: “producción nacional” y “cultural” para aplicar y exigir las cuotas establecidas por la ley. Se debe contemplar la reestructuración y orgánica total del CNTV para que vuelva a la confiabilidad de las audiencias. No puede ser más importante hoy la actual discusión del proyecto en torno a la modificación del presupuesto para el sueldo del Presidente y su Vicepresidente del CNTV o el aumento de subsidios y financiamientos de la TV domiciliaria y el trasportador estatal.
Por otro lado, es importante fijar parámetros y regulación para la otorgación de concesiones a nivel “nacional” duración, cargas públicas, y resguardar la equidad que se otorgará a regiones. Junto a esto, peligra la gratuidad, es decir, hay que garantizar a la televisión abierta, que debe permanecer de libre recepción y sin costos para el televidente, punto 11 del proyecto de ley, “…deberá transmitir al menos una señal de televisión de libre recepción, en las condiciones que fije el Plan de Radiodifusión Televisiva”… ¿por qué sólo 1 de 13 si todo es gratis para ellos?
Hay que considerar prohibir cualquier forma de apropiación a perpetuidad del espectro radioeléctrico y limitar el uso del mismo, no más de 6 mhz, discusión reiterada no establecida. Hay que profundizar las oportunidades asociadas a la televisión digital, en términos de interactividad y usos sociales.
De igual modo, se debiera asegurar la reserva del 40% total del espectro para el tercer sector, es decir para televisión local, educativa, cultural y comunitaria, sin fines comerciales, sumado a la creación de un transportador público para transmitir sus contenidos. Asimismo, se debe contemplar la regulación de las empresas que prestan servicios de televisión de pago (tv cable, satélite y similares), para que estos canales que cumplen una función social estratégica, sean transmitidos gratuitamente o quedarán marginados del sistema comunicacional de la TVD.
No obstante, hay que destacar y solicitar que, por la entrega privilegiada de concesión gratuita, los canales debieran garantizar y profundizar las funciones de servicio social de la televisión abierta, es decir campañas públicas sociales, ambientales, de salud, etc. De igual modo, la mesa ciudadana de TVD debe formar parte del Foro de TV Digital de Chile y dividirlo en cuatro: productores de equipos, estado, organizaciones sociales y broadcasters.
Es necesario que los parlamentarios de la comisión de hacienda piensen en las regiones que representan y en la ciudadanía antes de tomar la resolución o quedará un desastre en la TV digital, algo como Transantiago pero esta afectará a todo el país.
Con todo, hasta hoy la discusión se ha basado en los aspectos técnicos y la difusión que el ejecutivo ha realizado del tema a la población ha sido extremadamente baja por no decir nula, desde que se inició este proyecto. Más allá del plasma y el LCD hay que preocuparse de informar acerca de las posibilidades de democratización de las comunicaciones y del desarrollo país, una oportunidad que no se repetirá hasta en 20 ó 30 años por lo menos.
En eso los trabajadores de las Comunicaciones y las Artes Audiovisuales, respaldaron la realización de un “Foro Ciudadano de la Televisión Digital y las Comunicaciones” en Marzo de 2011 para entregar la propuesta final al ejecutivo y de ahí se tome la aprobación de la ley que cambiará el espectro tecnológico nacional.
Columna publicada en El Post 26/10/2010