No es difícil comprender que esta pasando en #Magallanes si ponemos como punto de quiebre que una de las mayores crisis cíclicas que no ha sabido, podido o querido sortear nuestro país tiene relación con su diversificación de la matriz energética – en este caso, el GAS.
El anuncio de la ENAP de alzas en el precio del gas hizo remecer y movilizar a una ciudad de más de 150 mil habitantes y unir a todas sus autoridades escogidas en elección popular para defender sus derechos de costo y calidad de vida, por lo que significa vivir en una región extrema como la de Magallanes y Antártica Chilena.
Sin embargo, el tema de fondo mencionado anteriormente se ha visto opacado nuevamente por malos manejos políticos y comunicacionales del actual gobierno y sus autoridades, que a esta altura solo resta pedir cordura y cambios urgentes antes de marzo.
Las palabras del ministro de Energía Ricardo Rainieri que marcaron la agenda de la semana fueron, entre otras: “tenemos que cuidar los recursos, el gas es un recurso no renovable”, además de “la decisión de las alzas del gas fue tomada unánimemente por su directorio es decir el “Directorio ENAP es autónomo estoy yo, Laurence Golborne… entre otros”. No pareciera necesario decir que estas declaraciones dejan a la vista un desconocimiento de los cargos públicos, ya que esta autonomía corresponde a personas de confianza del Presidente de la República, y redundan en otra promesa incumplida. Pero si parece necesario clarificar que este directorio también esta conformado por otros 2 representantes del mundo privado (SONAMI; SOFOFA); por la entidad de profesionales del área Instituto de Ingenieros en Minas y por los trabajadores del petróleo y afines, cuyo representante no estuvo en tal votación. Así que los ciudadanos tienen todas las de perder.
Ante lo expuesto, entonces ya es hora se haga la pega en la materia en dos temas centrales para el país: la descentralización y la matriz energética.
Es necesario y al corto plazo definir una política para las zonas extremas y fronterizas desde un punto de vista estratégico, lo que va unido a sustentabilidad, comunicación, acceso y conectividad entre otros. Los costos y calidad de vida de éstas son muy superiores a lo que pasa en el nivel central u otras regiones del país. Es decir, es ineludible que el Estado establezca políticas diferenciadas para las regiones y con posibilidades de disponer de recursos propios, además de que sean ellos quienes decidan como los ocupan.
Es de suma importancia caracterizar de una adecuada forma la zona de Magallanes cosa que defina los subsidios de acuerdo a ingresos. El GAS es un recurso primordial para esa zona del país, lo de ellos es permanente, por lo que se hace imposible y poco consecuente aplicar los mismos criterios que el resto del país, ya que el gas se extrae ahí y no es traído de Malasia como ocurre con la zona central. Peor aún su costo no se condice a la realidad de vida de esa Región. Es decir, si hubiera un IPC diferenciado claramente el de ellos triplica, dado que su costo es distinto.
Acá y como este gobierno se volvió experto en entablar crisis y resolverlas en menos de 48 horas saliendo airoso y con todo los medios a su favor, se debe barajar la estrategia de subsidios y criterios básicos. El acuerdo que quieren es suspender la medida hasta marzo, lo más probable subvencionado ya que dicen que es tan caro para el Estado y por otra parte a largo plazo el gas se acabará.
Como la subvención no será eterna, entonces hay que dar las garantías a las familias de Magallanes. Si no queda gas hay que definir cuanto queda y a que plazo ¿5, 10 años, más?. Hay que tomar como referente lo que paso Chile con Argentina, su poca capacidad resolutiva a acordar acuerdo energético con Bolivia, llama a la urgente necesidad de anticiparse y no enmendar en un próximo gobierno el desarrollo de una política a suplir la diversificación de la matriz que apunta claramente a las energías renovables no convencionales como la energía mareomotriz y eólica ambas aventajadas en implementación y costo en todo el país.
La anticipación y diseño estratégico energético es porque Chile y sus habitantes no deben pasar por situaciones como las que hemos visto en estos años y últimos días en la materia, en donde no debemos depender de otros países y no podemos quedarnos sin este recurso natural -GAS- en el nuestro propio, cuando tenemos todo para tener algo más que una ENAP que se ha transformado en el flanco de intereses personales y económicos a corto plazo. Peor aún es una crisis que se pudo evitar en términos políticos, evitando de paso la pérdida de dos vidas humanas.
Lo categórico es la necesidad imperiosa de redefinir la composición ejecutiva y los mecanismos mediante los cuales ENAP toma este tipo de decisiones, y si en ésta se considera o no a las comunidades donde esta inserta. En definitiva lo que se requiere no es una solución para salir del paso sino una respuesta permanente de cómo se resuelve la crisis del GAS en Magallanes y Chile a futuro.